SOLIDARIDAD

Me gusta echar una mano cuando puedo.

Desgraciadamente, no soy millonaria y, como muchos hoy en día, me cuesta llegar a fin de mes.

Así que ahora no puedo donar dinero, lo compenso con tiempo o favores.

Cuando he tenido trabajo, y por ello, algún ahorro, sí que he procurado donar algo o, como el caso que nos ocupa, comprar algo en algún mercadillo solidario o asociación benéfica.

Esta pulsera (la de los Budas) fue comprada por ese motivo junto con, si mal no recuerdo alguna cosa para Óscar, mi perro (una correa, creo). Vale, no fue una millonada, pero a la chica que lo vendía la ayudó.

Beni